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Es importante saber cómo tratar las alergias a los gatos ya que son una de las mascotas más queridas del mundo, no hay duda al respecto.
Más del 50% de todos los hogares en el mundo tienen perros y gatos.
Aunque los gatos son animales amados, las alergias a los gatos son una de las formas comunes de alergias que algunas personas tienen.
Estadísticas han demostrado que más de 10 millones de personas sólo en los EEUU tienen reacciones alérgicas a los gatos, especialmente a su pelaje.
La principal causa de las alergias a los gatos es la caspa.
La caspa, es polvo que es producido por el cuerpo del gato.
La caspa es básicamente la piel que se desprende de los gatos, normalmente en forma de pequeñas escamas.
Aunque la caspa puede irritar la piel, también puede penetrar en el sistema inmunitario y provocar una variedad de síntomas y reacciones alérgicas casi inmediatas.
La caspa, una vez en el sistema inmunológico, se percibe como una amenaza, no es una enfermedad, es más un reflejo de tu cuerpo y tu sistema inmunológico.
Las alergias a los gatos ocurren con bastante frecuencia debido a que los gatos tienen alérgenos que se propagan por la sangre, la orina y la saliva.
Aunque es posible que un gato no esté presente en ese momento, es probable que las excreciones todavía lo estén, la caspa de gato, la orina y la saliva se encuentran en toda la casa de los dueños de gatos.
Los gatos se acicalan constantemente, lo que implica frotar su saliva en su pelaje.
Cuando hacen esto, esparcen su caspa y sus alérgenos.
Aunque puedes intentarlo, realmente no hay nada que puedas hacer al respecto.
Los gatos tienen un instinto natural para acicalarse o bañarse solos, no importa cuántos baños les des, simplemente no impedirás que se acicalen.
Normalmente, cuando alguien tiene alergia a los gatos, se tapará la nariz con mocos, tos, estornudos, picazón, ojos llorosos o dificultad para respirar.
Diferentes personas reaccionan de diferentes maneras a los alérgenos de los gatos, lo que significa que es posible que algunos síntomas no se presenten para nada.
La fiebre y los escalofríos son muy raros, aunque pueden ocurrir.
Si alguien que tiene alergias a los gatos tiene fiebre y escalofríos, debe comunicarse con un médico de inmediato.
Lo más probable es que no sea una reacción alérgica a los gatos, sino otro tipo de enfermedad que un médico deberá identificar.
Las alergias a los gatos normalmente se tratan con antihistamínicos y descongestionantes.
Aquellos que experimentan ataques de asma u otras formas de alergias, normalmente toman antihistamínicos.
Los descongestionantes, por otro lado, normalmente se usan para curar la tos y las fosas nasales inflamadas.
A veces, los médicos también recomendarán inyecciones para la alergia.
Las vacunas antialérgicas pueden ayudar a prevenir el ataque, especialmente si alguien es realmente alérgico a los gatos.
Son una buena forma de tratamiento y prevención, también pueden ayudar a disminuir el riesgo de alergias que afectan a cualquier persona.
Si crees que tienes alergia a los gatos, asegúrate de visitar a tu médico.
Él podrá diagnosticar mejor tu situación y brindarte las mejores opciones disponibles para el tratamiento.
Si realmente sufres de alergias a los gatos, la mejor manera de parar los ataques es no tener un felino en casa.
Alejarte de tu gato puede ser algo muy difícil de hacer.
Si te has vuelto alérgico al pelaje de tu gato, puede que no haya otra forma de prevenir los ataques que darlo en adopción.
Aunque los médicos pueden administrarte medicamentos e inyecciones, no servirá de mucho.
Los alérgenos de los gatos no son divertidos, especialmente si los desarrollas años después de tener a tu gato.
Los gatos son excelentes animales para tener, aunque las alergias a los gatos son algo difícil de sobrellevar.
